26 de mayo de 2011

"Padre, ¿no tiene calor?"

Me acaban de contar esta historia, será verdad, será mentira, el caso es que da que pensar.

Un sacerdote ataviado en su sotana se encuentra por la calle de la ciudad de Guadalajara a un joven en apuros mecánicos, cabe mencionar que las temperaturas por estas fechas han estado rondando los 40ºC.

Decide con sentido cristiano apoyar a este individuo, bajándose de su vehículo para apoyarlo se acerca a él, y luego de un breve saludo y ofrecerle su ayuda acontece lo siguiente: 

Le dice el joven: "Padre, ¿no tiene calor?"
A lo que éste responde, "Claro que sí, pero imagina el calor del infierno"
Y el joven, supongo que visualizando el mismo infierno pregunta: "Padre, ¿me puede confesar?"

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